En un artículo anterior traté el tema de cómo llamar la atención del consumidor, lo suficiente para que deseen tomarse unos minutos y leer toda la información que escribiste para tu anuncio. Si no lo leíste, dale clic aquí para verlo.
Sin embargo, la gente no siempre va a tener tiempo de leer esas largas explicaciones y menos cuando el medio que elijas para anunciarte está en la vía pública, pues está comprobado que únicamente tres segundos es lo que destinan los peatones o conductores a la publicidad exterior. En un semáforo en rojo, en la espera de un autobús, o en el camino hacia el supermercado.
En una ciudad, lo normal es que los peatones anden con prisa, sin tiempo para entretenerse en todas y cada una de las vallas o elementos publicitarios que encuentran a su paso. Con frecuencia el tiempo máximo no exceden los tres segundos. Es un mensaje visto y no visto, que se cuela por nuestros ojos casi de manera involuntaria y a veces lo releemos mentalmente o lo recordamos sin tener la absoluta certeza del momento exacto en que lo hemos visto.
Por eso es muy importante lograr llamar la atención y transmitir tu mensaje en tan poco tiempo. Pero ¿cómo lograrlo? La fórmula consiste en reducir a su mínima expresión el texto escrito y ampliar a su máxima expresión lo visual. Esto se consigue con dos ingredientes básicos:
- Utiliza una foto creativa que impacte y emocione.
- Usa máximo cinco palabras, la marca y otras cuatro de un slogan.
Con ésta fórmula tu anuncio llamará la atención, lo leerán, lo recordarán y acabará vendiendo. Lo bueno, si es breve, dos veces bueno será. Pero si no hay nada espectacular ni relevante en una campaña, es difícil hacer una valla de calidad. El mensaje debe ir al grano y asegurarse de poder ser comprendido en… ¡tres segundos!
Si has estado seguido ésta fórmula pero no estás logrando el impacto que deseas, es muy probable que no estés tomando en cuenta las características físicas más importantes que hacen que una valla, un cartel, un banner o cualquier publicidad exterior llame la atención y robe miradas. Dale clic aquí para enterarte de cuáles son.
Fuente: El libro rojo de la publicidad.
Ejemplos
